Sobreesfuerzo físico. El pie, acompañado de toda la extremidad en su conjunto, debe encontrarse en óptimas condiciones para afrontar este aumento de su actividad y función.
Gran cantidad de lesiones (fascitis, sobrecargas, tirones, tendinitis, etc.) se deben a una mala orientación de las extremidades inferiores durante la práctica deportiva, ya que cualquier estructura desalineada esta sujeta a un mayor desgaste.
Tanto para analizar su causa, como para prevenir estas lesiones, debe hacerse un correcto estudio biomecánico de la marcha del deportista, determinando la orientación de la pierna y del pie. Se deben valorar las presiones plantares mediante programas informáticos adaptados, teniendo en cuenta la especialidad deportiva, así como el principal gesto deportivo.
Tras esta exploración el podólogo propone el tratamiento o medida a tomar; asesoramiento de calzado deportivo, tratamiento farmacológico, adaptación de plantillas personalizadas a la modalidad deportiva, taloneras, terapia física….
A la hora de la adaptación de las plantillas se ha de tener muy en cuenta la elección de los materiales, ya que por ejemplo hay unos deportes que requieren mas control de movimientos como el golf, tenis, ski o ciclismo, mientras que en otros como el baloncesto, balonmano o atletismo debe de predominar el efecto amortiguador –propulsor.
También es importante adaptar al deporte que se practica el tipo de moldeado del pie, pudiendo optar entre los clásicos y efectivos moldes de yeso o espuma fenólica, o la más actualizada técnica de adaptación en directo (TAD), en la que se adaptan los materiales directamente sobre el pie del paciente.
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